Desde hace algunos años en México ha habido avances en la construcción de ambientes inclusivos realizados con el fin de garantizar el cumplimiento de los derechos de más de seis millones de personas que viven con algún tipo de discapacidad. De ellos, destacan aproximadamente un millón y medio que cursan con discapacidad intelectual, la cual les crea una condición de vulnerabilidad específica.

La discapacidad intelectual no tiene cura y en más del 75% de los casos la causa permanece desconocida lo que entorpece el acceso a medicamentos y el desarrollo de una vida digna autónoma. Las personas con discapacidad intelectual dependen de sus cuidadores para su bienestar físico, financiero y mental.

Aunque la discapacidad no es ni contagiosa ni progresiva, con frecuencia es motivo de discriminación y aislamiento social en una sociedad poco empática. Al estar restringidos a un entorno monótono, excluidos de la sociedad, estas personas reciben poca o ninguna estimulación, lo que puede frustrarlos y llevarlos a desarrollar conductas que leemos como agresivas.
En nuestro país, el Estado por ley, debe promover, proteger y asegurar el pleno ejercicio de los Derechos Humanos y libertades fundamentales de las personas con discapacidad, asegurando su plena inclusión a la sociedad en un marco de respeto, igualdad y equiparación de oportunidades.

Frente a este reto, Organizaciones No Gubernamentales e Instituciones de Asistencia Privada han generado estrategias para abordar los problemas que enfrentan tanto sujetos que viven con discapacidad, como sus cuidadores. La Casita del Ángel es una de estas IAP que promueve los derechos e intereses de las personas desfavorecidas y con discapacidad intelectual. Se asocia con las partes interesadas para desarrollar conocimientos y capacidades sobre prácticas y políticas inclusivas y crea oportunidades para una participación significativa en la sociedad, buscando dignificar su calidad de vida.

En Formación Para Todos, nos esforzamos junto con Casita del Ángel para crear un entorno seguro, inclusivo y estimulante en el que puedan dictar cuanto apoyo o espacio necesitan.